A pesar de todo lo que hemos vivido y los cambios laborales de estos últimos años, el espacio de trabajo es muy importante. Todos sabemos que “ir a la oficina” nunca ha sido solo para trabajar: se trata de un ámbito clave con funciones sociales en donde tus equipos interactúan, aprenden, realizan tareas colaborativas y se vinculan con la cultura y valores de tu empresa.
Por eso, en Psquared diseño espacios híbridos y flexibles que tienen al talento en el centro de la escena. Queremos que tus equipos estén cómodos en lugares diseñados para su bienestar y en donde puedan desplegar su creatividad e innovación de la mejor manera posible. Son ámbitos con luz natural, plantas y detalles decorativos que reflejan la personalidad de tu empresa. Espacios especialmente creados para que cada miembro del equipo tenga opciones según sus necesidades: zonas de reunión, de relax, de colaboración o de trabajo concentrado.
La función social de tu espacio de trabajo
Este artículo de Harvard Business Review explica muy bien por qué, más allá del auge de lo remoto, el espacio de trabajo sigue siendo relevante. Los equipos trabajarán cada vez mas en una modalidad híbrida, alternando el trabajo desde casa con la presencia en la oficina. El espacio de trabajo se convierte así principalmente en un espacio cultural, que proporciona a los equipos un anclaje social, facilita sus conexiones, refuerza su aprendizaje y fomenta la colaboración innovadora y “sin guión”.
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Anclaje social. Estudios de psicología cognitiva y neurociencia demuestran que la cognición humana no sólo depende de cómo el cerebro procesa las señales, sino también del entorno en el que se reciben esas señales. Por eso, el limitado lenguaje corporal de las videollamadas puede dar lugar a interpretaciones erróneas y dificultar la creación de vínculos. Estar físicamente presentes ayuda a las personas a interpretar el estado de ánimo y la personalidad de los demás, lo que facilita la consolidación de relaciones.
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“Momentos humanos”. Así llama el psiquiatra Edward Hallowel a los encuentros cara a cara que dan lugar a la empatía, a la conexión emocional y a señales no verbales que complementan lo que se dice, generando así comunicaciones más completas y efectivas. Estas instancias refuerzan la cultura organizativa y la colaboración entre los equipos. Las investigaciones neurocientíficas sugieren que la química cerebral de las personas en los momentos humanos es distinta a la de los encuentros puramente digitales. Otros estudios han demostrado que las interacciones frecuentes en persona refuerzan el compromiso, el apoyo y la cooperación. Esto explica por qué muchas empresas que se definen “100% online” realizan reuniones presenciales con regularidad. Son necesarias!!
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Aprendizaje directo. La observación directa de cómo se hacen las cosas y cómo se comportan las personas es una de las mejores fuentes de información para los miembros de tu equipo. Esto es particularmente importante para los recién llegados, que pueden tener un onboarding más eficiente si pueden interactuar cara a cara con sus colegas o mentores. Despejar una duda con una pregunta en el momento justo es más fácil que resolverla mediante una seguidilla de emails. Sin dudas, la enseñanza virtual es una herramienta maravillosa, pero hay momentos de aprendizaje y creatividad espontáneos que se dan solo en una dinámica presencial diaria.
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Colaboración “sin guiones”. Cuando personas de distintos puestos y departamentos colaboran, pueden resolver problemas complejos y generar ideas innovadoras. Esto suele surgir de encuentros fortuitos: conversaciones en torno a una máquina de café o en camino hacia algún lugar. En esas conversaciones espontáneas un miembro de tu equipo puede enterarse de cierta información que lo ayudará a resolver un desafío laboral. El grupo de Dinámica Humana del Laboratorio de Medios del MIT recogió datos de las tarjetas electrónicas de sus empleados y descubrió que las interacciones cara a cara, fuera de las reuniones formales, eran el mejor predictor de productividad.
El diseño de tu espacio puede reforzar las funciones sociales de tu equipo
Si bien las conversaciones espontáneas no se pueden planificar, sí se pueden generar las condiciones para que surjan. Por ejemplo, diseñando espacios que promuevan la interacción y el encuentro como livings, áreas de cafés, terrazas, zonas de relax; así lo planifico y diseño estratégicamente según ñas necesidades e inquietudes de cada equipo de trabajo. Lo mismo sucede con los “momentos humanos”: un espacio que logre equilibrar zonas de apertura y privacidad permite generar interacciones de todo tipo, desde una charla rápida en un pasillo hasta conversaciones relajadas alrededor de la cocina, o una reunión informal que se pueda dar cuando dos personas se sientan a descansar en un sillón cómodo. En muchas oportunidades, es posible que el disparador de una idea se dé al escucha los retazos de una conversación, cuando suben a una terraza a tomar aire fresco o comparten un almuerzo o café.
La tecnología también puede reforzar las funciones sociales del espacio de trabajo. Un sistema de hotelling que permita hacer un uso más eficiente de los puestos agilizará los encuentros y evitará disgustos o pérdidas de tiempo. Contar con buen equipamiento técnico y sistemas automatizados también mejora la experiencia social en el trabajo. Y sumar espacios de relax que permitan hacer actividades no laborales como yoga, meditación, gimnasia también pueden brindar una motivación extra para tu talento.
En los tiempos que atravesamos, en los que el covid aun late, es indispensable recordar que los miembros de los equipos siguen necesitando puntos de contacto en persona que proporcionen oportunidades para aclarar y alinear sus expectativas, para refrescar las normas y las prácticas y para construir confianza. Por eso, invertir en un espacio de trabajo híbrido, flexible y centrado en el talento es la mejor manera de reforzar los lazos sociales y culturales de tu empresa.